Tres reporteros compartieron sus experiencias periodísticas sobre el desplazamiento de millones de venezolanos en Latinoamérica a diecisiete periodistas en el taller de periodismo y movilidad humana. Cada uno contó el trabajo de reportería que realizó para escribir la difícil situación política y social que enfrenta Venezuela.
Hay que ser cuidadosos cuando intentamos escribir sobre Venezuela, intervino Joe Parkin Daniels, periodista norteamericano, cuando narró su experiencia como corresponsal del diario The Guardian en Caracas.
Es complicado reportear en territorio venezolano, las Fuerzas Armadas tienen el control de las informaciones, advirtió. El robo de documentación digital hacia los periodistas es frecuente e, incluso, usar una cámara sin tener salvoconducto pondría en riesgo la integridad del reportero.
La prensa en Venezuela es usado para formular discursos a favor o en contra del régimen de Nicolás Maduro. Contó que en las redes sociales lo tildan como castro-chavista y, otras veces, como emisario del gobierno de los Estados Unidos, pero nunca como un periodista independiente. “El país está muy polarizado”, dijo.
Un evento clave que vivió en la frontera venezolana-colombiana fue el concierto que organizaron diversos organismos internacionales para entregar contenedores de productos de primera necesidad. Todos los países de la región colocaron su atención en Cúcuta, donde se realizó la actividad. El propósito- según Daniels- era generar una situación que permita dejar entrar la ayuda humanitaria.
“Finalmente, me di cuenta que todo esto fue un show. Los medios -probablemente soy culpable también- fuimos parte de todo este plan. Era propaganda básicamente. Hay que cuidarse mucho, porque el resultado fue una batalla en el puente. Por qué. Los medios tenemos una responsabilidad. Hay que ser consciente de dónde viene el mensaje”, comentó.
Reflexionó que no siempre es bueno mostrar los dos lados de la moneda. Siempre hay uno que no tiene la razón. Por ello recomendó verificar cada afirmación que los políticos brindan a la prensa. “Siempre hay intereses”, finalizó.
Desde otra perspectiva
A su turno, Melissa Goytizolo habló sobre el foto reportaje que realizó para el portal Salud con Lupa desde un ángulo distinto a los que los medios publican: la migración bajo la mirada de los niños. “Nosotros decidimos explorar qué pasa en la mente de una persona de 8 años”, se preguntó la periodista.
El planteamiento surgió a raíz de una publicación que realizó la periodista venezolana Alicia Pepe en las redes sociales. Ella informó que un niño migrante se había suicidado el día de su cumpleaños en Colombia por no soportar el viaje a otro país. Ante la difícil situación, Goytizolo decidió contactarla para conversar sobre el tema. Gracias a esta primera entrevista, la reportera de Salud con Lupa tuvo acceso a los albergues y conocer de cerca el trajín de las familias que huyen de Venezuela.
Fue en uno de las casas refugio donde conoció a Giannina, una menor de edad que se desplazaba a pie junto a su familia con destino a Perú. Goytizolo la observó muy ansiosa. Entre juegos y preguntas ingenuas, pudo conversar con la niña y conocer el miedo que sentía cuando caminaba con sus padres por la carretera y los momentos de tristeza al recordar a su perro y a su abuela.
En Cúcuta, también tuvo la posibilidad de conocer a otro niño en La Parada, que es el primer lugar donde llegan los venezolanos después de cruzar la frontera. El desafío se le presentó cuando vieron que el menor paraba ocupado por vender bolsas de chicharrones. Ella esperó a que terminara de trabajar para conversar con él, que finalmente tuvo como resultado el registro de su historia.
“Para trabajar con niños hay que pensar como ellos. Asimismo, compartir tiempo, pasar largos ratos. Hay que saber esperar”, recomendó.
Enfoque humano de la migración
Finalmente, la periodista venezolana Mirelis Morales reflexionó sobre la cobertura que deben realizar los periodistas sobre el proceso migratorio en el Perú. En un primer momento, manifestó que las informaciones virales que aparecen en las redes sociales tienen cabida en los portales noticiosos. Intencionado o no, las publicaciones de ese tipo de noticias fomenta la confrontación entre peruanos y venezolanos.
Ante ello, los periodistas deben enfocar la migración desde un ángulo más humano. Una de las principales formas de hacerlo es dándole la oportunidad de ser escuchado. Si bien señaló que parece obvio, muchas veces no ocurre. “No dejamos hablar ni escuchar”, comentó. Agregó que es importante que el periodista conozco no tan solo de dónde es la persona que migra y en qué condiciones llega, sino también cuál es la situación del país receptor.
Asimismo, recomendó que cubrir el fenómeno migratorio implica ir en la misma dinámica del viaje: significa salir con los venezolanos, estar en los lugares de acogidas y mantener contacto con las instituciones competentes que controlan la migración. Aseguró que no se puede hacer periodismo desde las oficinas de una redacción.
Advirtió que hay que tener cuidado con victimizar a los venezolanos que llegan a Perú, pues no contribuye al proceso de integración ni genera oportunidades para que ellos puedan sobresalir de la situación que viven.
Concluyó su exposición con el siguiente mensaje: “La xenofobia es la violación de los derechos humanos del migrante. Reivindicarnos no es dejar el periodismo por el activismo. El buen periodismo pasa por la defensa de los derechos, de la democracia y de las libertades”.
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