¿Cómo ha sido la cobertura electoral en los medios? ¿Por qué se ha dado de esa manera?
Después de la primera vuelta, hubo una evidente parcialización en la cobertura (informativa) y no es solo una percepción de nosotros, como periodistas, sino de la ciudadanía. Se dio a conocer una encuesta del Instituto de Estudios Peruanos (IEP) que señalaba que por lo menos el 59% de las personas encuestadas asumían que la cobertura de los medios era parcializada y, de ese 59%, casi el 80% decía que había una parcialización hacia la candidatura de Fuerza Popular. Esto no es solo una percepción. Un estudio de opinión lo refleja y te puedo decir con total propiedad que lo que estamos viendo, especialmente, en buena parte de la televisión peruana, también reflejado en los medios impresos, especialmente, de uno de los grupos concentrados, es que son actitudes que terminan de quitarle dignidad al ejercicio periodístico.
¿Cuál ha sido el caso más evidente?
Se nos ha quedado a todos y todas la imagen de Enrique Castillo en Canal N desesperado porque un lápiz incomodaba a su entrevistada, como si un periodista tendría que estar atento a que su entrevistado este cómodo en una entrevista, que además había sido totalmente fortuita porque ese lápiz, que es el símbolo del otro partido, lo había dejado su anterior entrevistada que era de Perú Libre. Esa desesperación ante pantallas es indigna y hace mal a todo el periodismo porque, lamentablemente, toda la ciudadanía luego no distingue entre un determinado canal o un determinado programa, sino que mete a todo el periodismo en la misma bolsa. Eso hace muy mal no solo al sector sino también a la propia calidad de la democracia en nuestro país.
¿Cómo se evidencia esta parcialización?
Una de las cosas que se tiene que asumir en su dimensión es el tema de la parcialización a favor de una de las candidaturas. Lo que nos está revelando es un tema de fondo, que es el problema de la concentración mediática en el país.
Este es un tema del que venimos hablando hace más de diez año, cuando se dio la compra de EPENSA por parte del Grupo El Comercio de más del 78% del mercado editorial peruano. En ese momento, recuerdo bastante bien que se dieron debates en las universidades y en el Poder Legislativo. Incluso hubo una acción de amparo en el Poder Judicial ingresada por un grupo de periodistas. En ese contexto se discutió mucho, pero quedó ahí.
En este contexto electoral se puede ver con mayor claridad la concentración y polarización de los medios. Te lo explico con un ejemplo: vas a comprar tu periódico y de los 16 que ves, aproximadamente, 8 o 9 pertenecen al mismo grupo editorial con posición política establecida, a partir de esa visualización podemos notar la parcialización hacia uno de los lados.
¿Se presenta más en televisión que en prensa escrita?
No solo es el caso de la televisión, que es lo más visible, sino en prensa. Hay casi una concertación en diversos titulares perteneciente al grupo de la prensa concentrada. Las fuentes son casi siempre los mismos analistas, los mismos entrevistados que se pasean en la misma línea de esta prensa que responde a un solo grupo y a una posición editorial que, desde la Asociación Nacional de Periodistas, hemos dicho con claridad que las empresas periodísticas, especialmente en el mercado editorial, pueden tomar posición editorial.
Si vemos lo que pasa en otros países como Estados Unidos, los medios toman posturas editoriales frente a los republicanos o demócratas, pero hay que tener en cuenta dos criterios para esto. Primero, es la transparencia. Un medio tiene que ser transparente con sus audiencias y asumir que ha decidido adoptar una línea, una posición editorial. Lo segundo es no confundir que las posiciones editoriales se reflejan en los editoriales y en las secciones de opinión en los medios.
¿Con respecto a la cobertura informativa?
La cobertura informativa como tal no debería verse permeada por la posición editorial. Todo lo contrario, tiene que responder a principios que son fundamentales. Tiene que responder a la pluralidad, a dar un equilibrio en una segunda vuelta y hacer coberturas que permitan que sean proporcionales a ambos candidatos. Una cosa es la posición editorial que se explicita en los espacios de opinión y otra cosa es la cobertura informativa. Al periodismo le faltando ese principio fundamental.
¿Cuál es ese principio fundamental?
La parcialización se pudo evidenciar en la primera vuelta, pero ya en la segunda vuelta fue más visible. El periodismo tiene que responder ante dos valores: el rigor y el apego a la verdad. Cuando uno no cuenta los hechos completos, cuando uno no contextualiza lo que está haciendo, le está faltando la esencia del periodismo mismo. Está faltando transparencia de las empresas mismas con sus audiencias. Está faltando que se equilibren fuentes. Está faltando pluralidad porque, vuelvo a la encuesta del IEP, la gente no es tonta y percibe que hay una cobertura parcializada.
Esto se ve acentuado debido a la concentración de medios en el país, que hace más evidente esta parcialización, y me atrevo a decir que ha habido una corrección el fin de semana. Nosotros estuvimos demandando que los órganos electorales, especialmente aquellos que vigilan el pacto ético electoral, tengan que hacer una invocación y dejar sentado que la gente no estaba teniendo un disfrute pleno de su derecho a la información. Este derecho a la información implica que tengas acceso a una información plural, ya que si solo tienes información parcializada no vas a tener la información suficiente como para poder ir a emitir un voto informado.
Creo que deberíamos entender que sin libertad de prensa no hay democracia. La información es un derecho del pueblo, no es un eslogan, y esto tiene que materializarse en la práctica. Con esto no quiero decir que las empresas periodísticas no puedan tener líneas editoriales, pero se debe quedar en los editoriales, en las secciones de opinión y la parte informativa debería ser una cobertura integral que permita a la gente pueda ejercitar debidamente ese derecho.
Muchos colegas me dicen que vivimos en una sociedad de memoria corta, pero yo recuerdo que tras la compra de las líneas editoriales, hace más de tres décadas, a la prensa le costó mucho recuperar la confianza de la ciudadanía y ahora vamos a estar en un escenario más o menos similar.
¿Cómo sería este nuevo escenario para los periodistas?
Vamos a estar en un escenario realmente complicado. Los periodistas de las regiones me decían esto de la prensa vendida, prensa corrupta y prensa mermelera, que se grita por los canales de señal nacional. La cobertura de canales de señal nacional, ya empieza a ser replicado en regiones y me comentaban que cuando hacían una cobertura a provincia hay sectores de la ciudadanía que te gritan por la calle “prensa mermelera” y les afecta, este mismo colega me dijo finalmente que quienes hacen su trabajo informativo terminan siendo agregados a ese grupo, ya que al final la gente mete a todo el periodismo en la bolsa y a veces, deberíamos preguntarnos ¿a quién le conviene que no se crea más en el periodismo?, ¿a la gente que siente que el periodismo es prensa vendida, prensa mermelera o a quién le conviene combatir la institucionalidad propia en el periodismo?
¿Se evidencia una carga negativa sobre el periodismo?
El periodismo puede tener muchos defectos y es bueno que se evidencie cuando hay una parcialización tan evidente como la que estamos viviendo. Pero también hay que recordar que vivimos en un país en el que todas las denuncias potentes en el país, como los “Cuellos Blancos”, ha salido del periodismo. Que el Ministerio Público después lo haya tomado, investigado, institucionalizado y defendido toca por la naturaleza de estas instituciones, pero el punto de partida ha sido el periodismo. Así como caen narcos en el periodismo, también, hay que recordar que con virtudes o defectos, una democracia necesita periodismo y en el Perú, con los Cuellos Blancos, Odebrecht y Vagunagate, que para muchos periodistas fue un sin sabor que salga en una cadena que es una máquina de desinformación como es Willax y que termino blanqueándola un poco. Sin embargo, estos escándalos han salido de una investigación periodística y eso hay que decirlo para que la gente no se le olvide la importancia del periodismo en un país como el nuestro.
¿Cuál es error más frecuente en el que caen los líderes de opinión?
Estamos perdiendo la brújula en algo que en el periodismo es clave: contrastar. Debemos intentar que no nos gane la inmediatez. Tengo colegas en Lima y en regiones que pasan por eso e intentamos hacer mucha formación para decirle a nuestros colegas que juegan con su credibilidad. A veces, no es solo cuelgo información en Facebook y luego, como me doy cuenta que no es cierta, la bajo. Pero ya la colgaste y lo vio la gente. Y así sea poca, no es tan simple como eliminar un ‘tweet’ o una publicación de Facebook. En ese sentido, la inmediatez nos está haciendo faltar a principios básicos en una cobertura y más en una coyuntura electoral. Hay temas que deberíamos debatirlos entre periodistas, más allá de la segunda vuelta.
¿Cuál es un error que se puede notar en la prensa?
A veces nos perdemos en el principio de neutralidad y terminamos siendo utilizados por quienes están esparciendo el discurso de odio, quienes están estigmatizando al periodismo. Qué tanto eso está ayudando a que la estigmatización al periodismo y a la prensa, crezca y se traduzca en acciones agresivas a colegas sin siquiera distinguir si son de un canal u otro. Al final, todos lo colegas comentaban la situación de violencia que se había producido y la gente comenzó a perseguir hasta la gente que hacia prensa libre porque no los distinguía. Solo perseguía a gente que llevaba una cámara o que estaba tomando fotografías porque eso es lo que produce la estigmatización.
¿Qué papel juegan las redes sociales a la hora del voto?
Uno de los grandes problemas del periodismo es la mirada desde Lima. Cuando nos referimos a los medios, hablamos de aquellos en la capital, dejando de lado el gran trabajo de la prensa regional y que hasta nos podría brindar lecciones de rigurosidad, calidad informativa y estándares éticos.
Para hablar de redes sociales, es necesario entender la brecha digital. No podemos decir que 100% de los votantes tienen acceso a internet y que, adicionalmente a ello, interactúen en a nivel de redes sociales. Pese que no sea la ciudadanía en su totalidad, igual vamos a sentir esa interacción y medir su impacto.
Sin embargo, no creo que estas sean determinantes a la hora del voto. Tenemos de ejemplo la primera vuelta, había un mayor activismo en redes por los candidatos de Juntos por el Perú y Renovación Popular, partidos que están fuera de las elecciones. Ello demuestra que los debates que se realizan en internet todavía están muy limeñizados y ello no refleja el sentimiento de los usuarios digitales a nivel nacional.