Desde hace 25 años, cada 3 de mayo se conmemora el Día Mundial de la Libertad de Prensa, fecha instaurada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para recordar los principios fundamentales que permiten el ejercicio de esta libertad, evaluar su situación en el mundo y defender los medios de comunicación de los atentados contra su independencia.
En esta ocasión, la Unesco realizó una ceremonia de conmemoración en Accra (Ghana) los días 2 y 3 de mayo, teniendo como tema central “Los frenos y contrapesos al poder: medios de comunicación, justicia y estado de derecho”.
La Unesco ha puesto bajo la luz la relación de los medios con la transparencia de los procesos electorales; y la necesidad de que los países cuenten con un poder judicial independiente, que tenga las capacidades necesarias para intervenir en asuntos relativos a la libertad de expresión.
El informe de la Unesco señala también que en ciertas regiones del mundo se ha observado que los poderes públicos han endurecido sus medidas para limitar la libertad de expresión, mediante legislación restrictiva y mecanismos de censura. Esto se suma a los riesgos a los que constantemente están expuestos los periodistas, como acoso, violencia, discursos de odio, amenazas e incluso muerte.
Según un informe de la Federación Internacional De Periodistas (IFJ, por sus siglas en inglés) del año 2015, en América Latina los principales peligros para el ejercicio de esta libertad son la concentración de los medios y la precarización de la situación laboral de los periodistas; además de los actos de violencia. El Perú no es ajeno a esta realidad y estas son algunas de las amenazas que afronta la prensa:
Ley contra la publicidad estatal
El Congreso aprobó el proyecto de ley del congresista Mauricio Mulder, que plantea prohibir a todos los organismos del Estado invertir en publicidad en medios de comunicación privados; pero el Ejecutivo ha observado la norma, por lo cual deberá volver a debatirse.
El Consejo de la Prensa Peruana considera que, de promulgarse, esta ley afectará a los ciudadanos, al limitarse su derecho a acceder a información sobre los programas, campañas y servicios que brinda el Estado.
Proyecto de ley de Fuerza Popular
En la Comisión de Constitución existe un proyecto de ley presentado por la bancada de Fuerza Popular en el año 2017, que propone prohibir ser directores periodísticos, editores o productores a medios de comunicación a personas que hayan sido condenadas por delitos de corrupción en agravio del Estado.
Al respecto, el Consejo de la Prensa Peruana (CPP) sostuvo que este proyecto vulnera el derecho a la libertad de expresión, recogido en la Constitución, puesto que decide quién puede comunicar o no. Este tipo de normas, sostiene, solo se ha aplicado países como Venezuela, y como resultado “su democracia cambió”.
Concentración de medios
En el año 2013, el Grupo El Comercio compró el 54% de acciones del grupo Epensa, con lo cual, se constituyó el mayor caso de concentración de medios en el país. Personalidades y organismos vinculados al periodismo sostienen que esta venta afecta la libertad de información y el derecho de los ciudadanos a la pluralidad de la información, debido a que aquel grupo periodístico concentra la propiedad del 80% de los medios escritos del Perú.
En el Poder Judicial se encuentra pendiente de resolución el recurso de amparo presentado contra la operación comercial hace ya más de cuatro años.
Potenciales presiones económicas
Los medios de comunicación son vulnerables a las presiones del poder económico en la medida en que sus ingresos dependan de un número reducido de anunciantes. Según la plataforma Dueños de la noticia, creada por Ojo Público en alianza con Reporteros sin Fronteras (RSF), se estima que el mercado publicitario en el Perú invierte entre US$700 y US$800 millones al año (el 0.3% del Producto Bruto Interno del Perú).
Más del 90% de esta inversión en publicidad procede de compañías privadas y menos del 10% del Estado. En la lista de anunciantes destacan las transnacionales Procter & Gamble, mayor anunciante a nivel global; Coca Cola y Colgate (EE.UU.), Nestlé (Suiza), AB InBev-Backus (Bélgica) y Unilever (Reino Unido).
Imagen: Unesco