Stella Mohme Seminario, presidenta de la Fundación Mohme, escribe sobre su padre, Gustavo Mohme Llona, quien es la inspiración para el trabajo que realiza la institución.
Me siento muy honrada de poder transmitir la trascendencia del legado que mi padre, Gustavo Mohme Llona, dejó a toda mi familia, a la sociedad peruana y por supuesto a mí.
Sus virtudes se expresaban con la misma intensidad al prodigarnos su amor como padre de nuestra familia, así como al ejercer su actividad laboral periodística en todos los niveles que esa tarea implica y en particular en su condición de director del diario La República. Un capítulo especial de su fructífera existencia representó para mi padre el sentirse vocero de la defensa de la igualdad social, labor que él desplegó durante varios años como senador de la República.
Con mucha satisfacción puedo decir que había una coherencia ética y emocional en su compromiso como padre de nuestra familia, en su actividad periodística, como director del diario, y en su misión de legislador. En los últimos años de su vida, estas actividades ocuparon el centro de sus más nobles afanes, y tengo la certeza de que murió en medio de la lucha por lograr que se cumplan sus ideales vinculados a la búsqueda de una verdadera igualdad social y a la erradicación de la corrupción en el Perú.
El diario La República, contra todo viento y contra toda marea, mantendrá vivos estos ideales de mi padre. La Fundación Gustavo Mohme Llona, creada hace tres años, continuará difundiéndolos.