La Corte Interamericana de Derechos Humanos ha aprobado una sentencia condenatoria contra el Estado de Colombia por incumplir su deber de administrar justicia –lo que se conoce como impunidad- y por no garantizar el derecho a la vida y a la libertad de expresión en el caso del periodista colombiano Nelson Carvajal Carvajal. La condena se ha impuesto a Colombia como Estado.
El hombre de prensa fue asesinado en el municipio de Pitalito, al suroeste de Colombia, en abril de 1998. Ese año, Colombia ocupó el primer lugar entre los países con mayor número de periodistas asesinados. A Carvajal lo balearon con siete disparos cuando salía del Centro Educativo Los Pinos, donde era docente y director. Él dirigía tres programas radiales: “Mirador de la Semana”, “Amanecer en el Campo” y “Tribuna Médica”. Por esos medios denunciaba asuntos de interés local, particularmente irregularidades en la administración de fondos públicos, hechos de corrupción y de lavado de dinero proveniente del narcotráfico. Tenía un perfil similar al de los reporteros de varios lugares del interior de nuestro país.
“Esta sentencia es un hito histórico para la lucha contra la impunidad y a favor de la libertad de expresión en las Américas”, ha declarado la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) en la palabra de su presidente Gustavo Mohme Seminario, también director del diario “La República” de Perú.
Violaciones
En primer lugar, la Corte Interamericana ha condena al Estado de Colombia por faltar al deber de administrar justicia y violar el derecho de garantías judiciales para la investigación del hecho. En el caso de Nelson Carvajal, el hecho fue investigado en forma inadecuada sin que hasta hoy se haya impuesto la justicia. Se ha violado así el derecho a la vida.
El fallo anota que “el 99% de los 152 casos de periodistas ejecutados entre 1977 y 2015 está en impunidad y no se ha condenado a todos los responsables”. En el caso de Nelson Carvajal han transcurrido 20 años.
Los derechos a la vida y a la libertad de expresión tienen una relación estrecha. Por tanto, la libertad de expresión de Carvajal se vio afectada por no poder continuar ejerciéndola debido a su muerte y la falta de investigación.
De ahí que Kerry Kennedy, presidenta de la organización Robert F. Kennedy Human Rights, considere que «la sentencia abre un nuevo capítulo en los países de la región sobre cómo implementar una justicia eficaz y oportuna que permita servir como un mecanismo de protección al periodismo y de esta manera al derecho de toda la sociedad de recibir información».
Como consecuencia de la impunidad, varios familiares de la víctima y testigos sufrieron amenazas e intentos de intimidación durante el desarrollo de la investigación. Por motivos de seguridad, nueve familiares de Nelson Carvajal tuvieron que dejar el país.
Respecto a los familiares de la víctima directa, la Corte Interamericana ha considera que el Estado violó su derecho a la integridad personal y de protección, además de los derechos de circulación y residencia de algunos de ellos, que vieron la necesidad de abandonar el país debido a los riesgos que afrontaban.
Reparaciones
La Corte Interamericana ha ordenado a Colombia continuar con las investigaciones y procesos judiciales que correspondan, informarle periódicamente de las medidas implementadas para la prevención y protección de los periodistas, garantizar las condiciones de seguridad que permitan a los familiares de Nelson Carvajal retornar al país, si así lo desean, y pagar una cantidad fijada por daño material e inmaterial.
Desde el exilio, la hermana de la víctima, Judith Carvajal, declaró que la sentencia es importante no solo para la familia, sino que tendrá gran trascendencia en el periodismo. «Es un fallo impresionante porque reconoce el trabajo periodístico que realizó mi hermano. Honra su memoria y con ella la voz de la prensa para que no sea silenciada. El esfuerzo y el amor de Nelson por el periodismo ha quedado plasmado para siempre en esta sentencia», reportó ante la SIP.
La sentencia y el resumen de la sentencia se encuentran publicados en la página web de la SIP.