Frente a la necesidad de analizar el impacto que ha generado el desplazamiento de 4,5 millones de venezolanos en Latinoamérica, y reflexionar sobre la cobertura de los medios de comunicación ante la llegada de 865 000 migrantes al Perú, diecisiete periodistas del interior del país se reunieron en el taller “técnicas y herramientas periodísticas para cubrir contextos de movilidad humana en América Latina: caso Venezuela”. En la jornada de capacitación, que se realizó en Lima durante tres días, especialistas y participantes dialogaron sobre el fenómeno migratorio que ha originado desafíos para la ciudadanía y el periodismo.
La actividad fue inaugurada por Stella Mohme Seminario, presidenta de la Fundación Gustavo Mohme Llona, quien señaló que el taller es un espacio diseñado para pensar sobre el tratamiento informativo que hacen los periodistas frente a la migración venezolana.
“Temas sobre el enfoque humanitario de la defensa y dignidad de la persona humana como fin supremo de la sociedad y el Estado, el manejo adecuado de fuentes especializadas, los dilemas éticos que puedan surgir en la labor periodística son parte de la agenda de trabajo de estos días”, dijo.
Asimismo, expresó que comparte la misma preocupación que tienen la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) y Amnistía Internacional sobre la situación de venezolanos que huyen de su país para encontrar un mejor destino.
Movilidad humana en la región
A su turno, el representante de ACNUR en Perú, Federico Agusti, expuso sobre el contexto en el que se sitúa este enorme flujo humano que escapa de Venezuela. Mencionó que son personas que migran porque no acceden a servicios básicos como la salud, educación, seguridad alimentaria, y por la violencia generalizada que ellos viven.
Estimó que cinco mil venezolanos huyen de su país por día, cifra que será más crítica en los próximos años. “Las estadísticas nos ayudan a explicar las dimensiones de esta migración, pero detrás de los números están las historias que realmente nos permitirán entender lo que ellos enfrentan”, comentó.
Por otro lado, Marina Navarro, directora de Amnistía Internacional en Perú, explicó a los periodista las diferencias conceptuales entre migrante y refugiado. El primero en mención se caracteriza porque su movimiento es voluntario. En cambio, los refugiados se ven forzados a desplazarse. “Ellos huyen de su país porque su vida y la de su familia corre peligro”, comentó.
También, abordó el marco normativo mundial y nacional que están sujetos los refugiados. La especialista primero repasó la Convención de Refugiados de 1951, firmado por las naciones dentro del contexto de la pos Segunda Guerra Mundial. Si bien establece mecanismos de protección internacional para ciudadanos amenazados por sus gobiernos, el asilo era concedido solo a perseguidos políticos.
En 1984, el concepto fue ampliado con la Declaración de Cartagena, el cual incluye a todas las personas cuya vidas peligran por las masivas violaciones de sus derechos. Navarro comentó que el acuerdo -una iniciativa entre los países latinoamericanos- fue incorporado en la ley de refugiados que promulgó el estado peruano hace 16 años. “Es importante tener en cuenta si la ley se aplica o no. En todo caso, debemos preguntar a las autoridades bajo qué leyes están actuando”, sugirió a los reporteros.
Clínica y análisis de contenido
Entre las ponencias del programa, los periodistas escucharon el análisis a la cobertura noticiosa que realizan los medios sobre las personas refugiadas en Perú. La encargada de la exposición fue Jacqueline Fowks, autora del libro Los mecanismo de la posverdad y corresponsal del diario El País de España, quien centró su observación en la manera sobre cómo son representados los venezolanos en los periódicos y la televisión.
Evidenció que los medios, en un principio, no tuvieron el cuidado al emplear términos que resultaba ofensivo para la comunidad venezolana, aunque después moderará el uso de esas palabras. De la misma forma, el tratamiento informativo sobre venezolanos que delinquían en las ciudades del país ocasionó, sin prever, un impacto negativo en el imaginario del peruano que empezó a asociar la migración con la delincuencia.
“Los medios tienen una responsabilidad importante, porque, a través de las informaciones que transmiten, orientan a la ciudadanía en el entendimiento de ciertos fenómenos sociales”, concluyó.
Antes del cierre de cada jornada, los participantes compartieron sus historias a investigar con destacadas periodistas de la televisión. En el segundo día de la capacitación, Anuska Buenaluque, reportera del programa Cuarto Poder, atendió las propuestas formuladas en tres bloques: el problema de trata de personas, dificultades para el acceso a la salud y políticas de control migratorio. Recomendó escarbar en todos los ángulos posibles de un tema hasta encontrar una historia que impacte en la audiencia.
Al siguiente, con la misma dinámica, Clara Elvira Ospina, directora periodística de Canal N y América TV, recibió las dudas de los periodistas sobre sus trabajos. Sugirió ser responsable con la información que se publicará en el medio, sin que signifique omitir datos importantes para la noticia.
Sobre la capacitación
El taller “técnicas y herramientas periodísticas para cubrir contextos de movilidad humana en América Latina: caso Venezuela” es un esfuerzo en conjunto entre la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR), Amnistía Internacional y la Fundación Gustavo Mohme Llona, que se llevó a cabo los días 15, 16 y 17 de octubre, con la finalidad de fortalecer las capacidades de los periodistas para la producción de contenidos informativos, éticos, libres de xenofobia y de estereotipos sobre las personas refugiadas y migrantes en Perú.
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