La vacancia presidencial decidida por la mayoría del Congreso de la República vulnera gravemente los valores de la democracia cuya promoción y cautela es la razón de ser de la Fundación Gustavo Mohme Llona. Por este motivo, expresamos nuestro desacuerdo y preocupación.
La medida es cuestionable en su origen y esencia. Se ha gestado en una etapa crucial, cuando más se requería unir fuerzas para enfrentar la peor crisis sanitaria de nuestra historia. En ese marco, congresistas electos para servir al país, priorizaron la búsqueda de la vacancia presidencial con argumentos deleznables y movidos por intereses particulares espúreos.
Los vacadores han invocado el concepto de “incapacidad moral permanente”, pero éste se aplica en situaciones concretas de muerte, renuncia e incapacidad física y moral, esta última referida a enfermedad mental. Además, una petición de esclarecmiento para su vigencia en otras situaciones aún está pendiente de atención por parte del Tribunal Constitucional.
En cuanto a las denuncias sobre presuntos actos de corrupcion en los que habría incurrido el presidente vacado cuando fue gobernador regional de Moquegua, el Ministerio Público ha abierto las correspondientes investigaciones y las mismas se procesarán al término de su mandato, conforme establece la Carta Magna. Así que este punto no es causal.
La democracia no es una simple mayoría de votos. Se afirma en principios rectores, uno de los cuales es el equilibrio de poderes, trasgredido sin reparo. El Congreso ha pasado a concentrar el Poder Legislativo y el Poder Ejecutivo y se apresura a elegir a seis miembros de los siete que integran el Tribunal Constitucional. Este superpoder vulnera de hecho la Constitución y el sistema democrático y debe llamar a alerta a la ciudadanía.
Lima, 10 de noviembre de 2020