Ángel Paez Salcedo, jefe de la Unidad de Investigación del diario La República, explica, a través del análisis de casos, las técnicas de investigación para la búsqueda de los antecedentes y vínculos de las personas jurídicas que contratan con los gobiernos regionales y locales.
Páez indica, en su ponencia, que toda investigación periodística tiene como elemento esencial la verificación de los datos que se obtienen o llegan a través de audios, videos, correos electrónicos, o documentos escritos, porque no se sabe la historia que hay detrás de esa información. A su vez, recomienda tener en cuenta la exclusividad en el manejo de fuentes, de manera que ningún otro medio más lo tenga.
Con estos dos elementos básicos se ha trabajado casos cuya información se encontró en la página web del Organismo Supervisor de las Contrataciones del Estado (OSCE) a partir de datos recibidos y contrastados, y por simple búsqueda de las adquisiciones que realiza el gobierno nacional, así como los gobiernos regionales y municipales. Por otro lado, en el caso de compras importantes, suele existir un patrón de corrupción en entidades públicas como el Ministerio de Defensa y el Ministerio del Interior que manejan cifras fabulosas. Por ello, es importante la constante revisión de la página web de OSCE para ver qué compras se están ejecutando, hacer el seguimiento al proceso y verificar la legalidad de la adjudicación, para luego reportearlo con distintas fuentes y hablar con los actores del caso. Esto permitirá obtener mayor información y también los documentos que respalden lo que se va publicar.
CASOS
El SIS y las raciones de sobrevivencia
Uno de los casos que tiene que ver con un patrón delictivo es el de las raciones de sobrevivencia que había comprado el Seguro Integral de Salud (SIS) para los damnificados del terremoto de Pisco en el 2007. Se trataba de bolsitas de golosinas que no cumplían con los requerimientos nutricionales para casos de emergencia. Esto llamó la atención. En Consucode se encontró que no hubo concurso y que la empresa Plamol obtuvo la millonaria adjudicación en forma directa, por emergencia.
Además, Plamol estaba inscrita en Registros Públicos como fabricante de zapatos, lo cual era un dato disparador que convirtió la especulación en un hecho verdadero. El siguiente paso fue establecer la vinculación de Plamol con el SIS y el origen de los propietarios. Las fuentes dijeron que tres eran militares y que el gerente general del SIS era hijastro de un coronel del Ejército apellidado Bianchi. Los tres pertenecían a la misma promoción. Ellos habían constituido esta empresa y buscaron a un socio que sí se dedicaba a la producción de raciones de emergencia y se presentaron en consorcio. El dueño de esta segunda empresa también era un militar y de la misma promoción.
Al seguirle la huella al hijastro, se encontró que ya había trabajado en el Ministerio de Defensa como funcionario de compras durante el régimen de Fujimori y que después se había reciclado como gerente general del SIS. Él era el enlace para que Plamol ganara la adjudicación, una empresa donde estaban su padrastro y los compañeros de promoción de éste, además de dos civiles. Al investigar a Bianchi se descubrió que había sido jefe de la Oficina de Administración del Ministerio de Defensa durante la época del general Víctor Malca Villanueva, uno de los más corruptos de régimen fujimorista. En ese tiempo hizo que contrataran a su hijastro como funcionario de compras. Años después aparece en el SIS.
Estas personas cobraron 25 soles por cada bolsita de emergencia cuyo precio real era de 10 soles. Había un exceso de más de 2,2 millones de soles. Lo más llamativo fue que en el 2008 el principal responsable, Julio Espinoza, fue indultado por Alan García alegando enfermedad terminal. A nueve años del hecho este señor sigue vivo.
Compra de portatropas, siguiendo a las Fuerzas Armadas
En la página web de OSCE figuraba que el Comando Conjunto de las Fuerzas Armada había entregado la buena pro a una fábrica alemana para la compra de portatropas. Lo raro era que la empresa que vendió estas unidades era una empresa de Serbia. Esto señalaba una posible triangulación. A través de una colega que vive en Alemania se preguntó a a la empresa teutona cuándo vendieron estos camiones al Perú. La respuesta fue que al Perú no le vendieron nada. Al explicarles el hecho, recordaron que habían vendido dichos camiones a una empresa serbia. En realidad, los alemanes fabricaban el chasis, el motor, pero no la cubierta del vehículo. Los serbios se encargaban de completar la construcción y por eso cobraban casi el costo total del camión. Con una lista de precios en la mano verificamos que había un sobreprecio y por tanto ahí estaba la comisión.
Toda la documentación fue cruzada. Se habló con los generales que participaron en la negociación, con los empresarios, para acercarnos más a la verdad. Con documentos bajados de OSCE se demostró que la compra se hizo a una empresa de Serbia. El impacto fue grande. En el Comando Conjunto dijeron que investigarían el hecho. Rodaron cabezas y finalmente se suspendió la compra. El resultado de una investigación periodística es conseguir un resultado de este tipo.
Un anuncio de Donald Trump lleva a descubrir una compra oculta de equipamiento militar
Cuando el presidente Pedro Pablo Kuczynski visitó al presidente Donald Trump, el norteamericano dijo en un pasaje de su discurso que el mandatario peruano había ido a pedirle la aprobación de la compra de 300 transportes blindados de tropa, solicitud que contaba con su aceptación. Era una compra de por lo menos 600 millones de dólares.
Pero en sitio web de OSCE no aparecía, tal vez porque la mayoría de las adquisiciones del Ministerio de Defensa son secretas. En la web de una entidad del departamento de estado norteamericano que se dedica a evaluar pedidos sobre venta de equipamiento militar, estaba la solicitud del Ejército peruano, así como una carta que el presidente de dicha entidad dirigió al presidente de la Comisión de Defensa del Senado de los Estados Unidos pidiéndole autorización para ejecutar dicha venta al Perú.
Otro documento hallado en la web fue una resolución ministerial que autorizaba a un equipo de técnicos y a un general para que visiten la fábrica estadounidense en Canadá y a la base militar donde se encontraba un equipo de segunda mano. La documentación se refería también a una licitación que se había hecho para adquirir estos vehículos y en la que participaron surcoreanos, ucranianos, bielorusos, italianos, israelíes y rusos. Se consiguió las ofertas de cada uno y los precios eran 50% y 60% más bajos que el precio que ofertaba Estados Unidos por sus unidades usadas.
En el Ministerio de Defensa negaron la compra, el Ejército dijo lo mismo. En Economía informaron que este pedido se proyectó hace cuatro o cinco años. La Embajada de los Estados Unidos no quiso decir nada. Y el canciller peruano afirmó que el presidente Kuczynski jamás lo solicitó. Ante la contundente información periodística, respaldada con documentos, la adquisición de 300 vehículos blindados de tropa por 600 millones de dólares no se concretó.
Las famosas computadoras del Congreso de la República
Sobre esta adquisición, llamó la atención su alto costo: 5 millones de soles. El primer paso fue documentar de qué empresa se trataba, su ubicación, a qué se dedicaba, y si tenía antecedentes de haber vendido computadoras a entidades públicas.
En OSCE no había nada registrado. Ahí los funcionarios dijeron que la compra la hizo una entidad llamada Perú Compras, creada con el fin de transparentar las adquisiciones del Estado. A las preguntas sobre el concurso, los postores, las propuestas que presentaron y los funcionarios que otorgaron la buena pro, Perú Compras respondió que la información era reservada, a pesar de que no hay secreto en operaciones con fondos públicos.
Tras exigirle esa información, Perú Compras dio el nombre de la empresa que vendió las computadoras. En Registros Públicos aparecía que estaba instalada en Trujillo. Era un local abandonado ubicado en un pueblo joven. Y en Sunat se descubrió que nunca importó computadoras. Era, sin dudas, una empresa de fachada montada por testaferros más grandes.
Otra comprobación destacada fue que cuatro de las empresas más importantes de Lima tenían en stock la misma computadora que le vendieron al Congreso. Además, tres de ellas estaban inscritas en el registro de Perú Compras. OSCE también tenía registrado a un número de proveedores de esta línea de ventas. Además, el Congreso había hecho esta adquisición a última hora, fuera del tiempo señalado por las normas.
Frente a toda esta información, el Oficial Mayor del Congreso endilgó toda la responsabilidad a los funcionarios del Palacio Legislativo, quienes de inmediato expresaron su molestia. Así las cosas, los acusados entregaron documentos que demostraban que habían sido presionados por las autoridades del Congreso para comprar las computadoras en una operación en la que no hubo licitación.
Conclusiones
- Es posible obtener investigaciones de estas magnitudes si se tiene la disciplina rigurosa de dejar el escritorio y salir a la calle en busca de información, a reportear.
- Una investigación no se empieza con algo especulativo, sino cuando hay un dato verificador. Es ahí cuando se plantea una hipótesis y una metodología de trabajo.
- Teniendo en cuenta la existencia de un patrón de corrupción en las adquisiciones y contrataciones de entidades públicas como el Ministerio de Defensa y el Ministerio del interior, es necesario revisar periódicamente la web de OSCE para ver qué es lo que están contratando o comprando. Si una adquisición no aparece en este organismo es señal de que debemos investigar.
- También es recomendable explorar en el Sistema Nacional de Inversión Pública (SNIP). Ahí se puede ver la solicitud de aprobación de una obra municipal, en qué parte del proceso va, si ya se concluyó. También aparece la partida presupuestal que se otorgó.
- Toda información que nos hagan llegar o las que encontremos en nuestras búsquedas deben ser contrastadas, verificadas y constituirse en objeto de seguimiento. No hay que quedarse en la información que aparece en la pantalla o en el papel. Hay que recurrir a organismos como Registros Públicos, Sunat, Reniec, y a lo más importante que son las fuentes humanas. Esta técnica no solo permite lograr profundidad en la información sino también obtener la documentación que respalde la publicación.
- Es de rigor precisar el foco de la investigación. Esto posibilita documentar mucho más el hecho específico y no distraernos en aspectos secundarios.
- Un caso investigado no debe quedar en el aire, siembre hay que buscar un resultado, así pasen los años.
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