Úrsula Indacochea, directora del Programa de Independencia Judicial de la Fundación para el Debido Proceso (DPLF, siglas en inglés), compartió una serie de consejos para fortalecer el sistema democrático desde los estándares desarrollados en el sistema interamericano de derechos humanos.
En la tercera sesión del Curso de Actualización en Periodismo y Política, la abogada Úrsula Indacochea brindó tres consejos para garantizar los principios democráticos empleando los mecanismos y herramientas legales que establece el derecho internacional.
1. La protección de la independencia judicial
Un factor clave para fortalecer la democracia es la independencia judicial. Como explica Úrsula Indacochea, este es un principio reconocido en numerosos tratados y acuerdos internacionales.
La independencia judicial hace referencia al ejercicio independiente e imparcial de las y los operadores de justicia. El objetivo es que estos realicen su labor y sean inmunes a las injerencias de poderes externos, tales como actores privados, el crimen organizado o grupos políticos.
En un informe del 2013, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos establece que la independencia judicial debe garantizarse en todo momento: desde la selección y nombramiento de los operadores de justicia, el ejercicio del cargo y su retiro del mismo. Justamente por ello ―destacó Indacochea―, es importante que la legislación establezca estándares para los procesos de selección, la rendición de cuentas y los mecanismos de fiscalización del ejercicio del cargo.
2. La protección de los derechos fundamentales
Úrsula Indacochea señala que, actualmente, han surgido regímenes en América Latina que se caracterizan porque llegan al poder por vías democráticas, pero que, una vez allí, lo utilizan para debilitar la institucionalidad.
Este tipo de gobiernos no llegan a ser considerados dictaduras, pero tampoco poseen todas las características de una democracia, advirtió. Los llamados “nuevos autoritarismos” no siguen principios políticos o un ideario definido. Se caracterizan por buscar el beneficio personal de quienes se encuentran en el poder.
Las consecuencias en el sistema democrático son diversas: tienen a transitar a un régimen de poder hegemónico y afectan el sistema de partidos, debilitan o anulan los sistemas de pesos y contrapesos, y cierran el espacio cívico.
¿Cómo hacer frente a estas situaciones que surgen cada vez con más frecuencia? Úrsula Indoechea afirma que la defensa de la democracia no solo debe ser política sino también jurídica. En principio, se debe proteger de forma especial los derechos que son fundamentales para la democracia: la libertad de expresión, el derecho de reunión, el libre acceso a la información pública de las instituciones estatales, el derecho a la protesta social y la libertad de asociación.
Asimismo, resulta importante identificar las amenazas que adoptan formas aparentemente democráticas: reformas constitucionales que camuflan otros fines, reorganizaciones o reformas judiciales, sanciones encubiertas que buscan censurar a funcionarios que interfieren con los intereses de los grupos de poder.
3. La protección del espacio cívico
Por último, Úrsula Indoechea apunta que es fundamental proteger e impulsar la creación de espacios cívicos. Es decir, espacios en los que la ciudadanía puede ejercer libremente su derecho a participar de la política y los asuntos públicos. Ello se refleja, por ejemplo, cuando se protegen las formas colectivas y las actividades de organización ciudadana.
Finalmente, resulta importante identificar las situaciones que pueden deteriorar el debate público. De igual forma, se deben adecuar los mecanismos y herramientas legales que protegen la libertad de expresión en todos los ámbitos: desde las protestas en lugares públicos como en espacios digitales.
El Curso de Actualización en Periodismo y Política es una iniciativa que se realiza por segundo año consecutivo, gracias a un trabajo en conjunto entre la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP), IDEA Internacional y la Fundación Gustavo Mohme Llona, con el apoyo de la Unión Europea en Perú.
Esta jornada de formación virtual con acreditación académica dura dos meses y medio, y convoca a medio centenar de periodistas previamente seleccionados tras una convocatoria pública de becas.